El uso de suelos y pavimentos antideslizantes en el entorno de nuestra piscina son un aspecto que en muchas ocasiones se pasa por alto y que por el contrario, debería ser valorado con la relevancia que se merece, ya que está en juego nuestra seguridad y la de nuestros hijos.
Muchas veces nos “encaprichamos” de un tipo de suelo, basándonos fundamentalmente en su estética, pensando que las características técnicas de unos suelos y otros es muy similar, y que cuando se habla de suelo antideslizante, abarca un genérico. Y esto no es del todo cierto.
Igual que es importante saber si nuestro suelo está preparado para ser instalado a la intemperie y si es o no, resistente a las heladas, también debemos saber qué características, a nivel de deslizamiento presenta el pavimento que hemos elegido.
El Antideslizamiento de un material se valora por niveles de protección y capacidad antideslizante, de modo que por ejemplo, un pavimento antideslizante de nivel 11, tendrá una menor capacidad de agarre, que uno de nivel 16. Ambos son “antideslizantes” pero su capacidad de antideslizamiento no es la misma.
Muchas veces nos encontramos con suelos denominados antideslizantes pero que no son adecuados para el entorno de nuestra piscina, puesto que su capacidad de antideslizamiento no es suficiente.
Tengamos en cuenta que las situaciones que se producen alrededor de la piscina son muy determinadas, ya que habitualmente estaremos descalzos cuando estemos disfrutando del baño, y no es lo mismo pisar un suelo húmedo descalzo que calzado. Puede ser que un suelo determinado sea suficiente para no resbalar cuando vamos calzados, pero no así, si vamos descalzos.
Por otro lado, en muchas ocasiones, fabricantes de pavimentos abusan de la rugosidad del suelo, de modo que pueden tener unas capacidades antideslizantes muy elevadas, pero en cambio pueden resultar muy molestos al tacto. Éste es también otro aspecto a tener muy en cuenta.
Últimamente, las técnicas de fabricación de pavimentos están muy avanzadas gracias al uso de las últimas tecnologías, obteniendo terminaciones muy conseguidas, tanto a nivel técnico, como estético. Éste es por ejemplo del fabricante internacional Rosagres, el cual, dentro sus amplia gama de productos, ofrece gamas en las que las capacidades antideslizantes del material, aumentan al estar en contacto con el agua.
Por tanto, no demos por supuesto que todos los suelos utilizados en el entorno de nuestra piscina, tanto en la coronación o borde, como en la piedra de continuación, son iguales, y prestemos especial atención a qué es lo que vamos a utilizar. No solo la estética, también nuestra seguridad está en juego.